Los Sencillos en Cassette de los 80s
Mis primeros sencillos fueron “The Look” de Roxette y “The Final Countdown” de Europe. Corría el año 1989 y ya tenía un gusto muy particular por el soft dreamy rock, síntoma de los finales de los 80s.
Diferentes Gustos
Crecí en una familia con gustos musicales reservados, cada integrante contaba con su propia manera de escuchar y coleccionar música. Cuando era niño, en mi casa no existía un tocadiscos, mis hermanos tenían sus respectivas "grabadoras" o "boombox" en las que escuchaban la radio local y sus cassettes.
Cuando era un día especial, como un cumpleaños, mis primos me llamaban por teléfono y me ponían algún disco de Parchis o Burbujas y aunque lo disfrutaba bastante, me intrigaba este mundo de contar con un repertorio musical personalizado.
La Pandilla de la Cuadra
Tuve pandilla de amigos de la cuadra desde muy chico, desde los 8 o 9 años ya compartía gustos por patinar, música, moda etc. Desgraciadamente ninguno contaba con tocadiscos ni grabadora, así que muy esporádicamente y casi por accidente, podíamos escuchar la estación de radio local en Monterrey, D99 con Adrián Peña. Gracias a esta estación podíamos escuchar recomendaciones y tendencias. Sin D99, Monterrey en su totalidad escuchaba cumbia y norteño, que ahora lo extraño pero en ese entonces no era exactamente la definición de cool.
La Familia
Uno de mis hermanos con el que compartía habitación, contaba con una selección musical que me parecía bastante interesante. Gracias a el conocí grandes discos como “Disintegration” de The Cure, “Breakfast in America” de Supertramp, The Smiths, Erasure, INXS y más. El resto de mis hermanos también contaba con gustos muy interesantes: El mayor, escuchaba Mecano, Queen, Pink Floyd, Chac Mol. Mi hermana, soft rock como Journey, Dire Straits, Miguel Bosé. Mi otro hermano escuchaba Genesis, Rush. Mi Padre escuchaba música clásica adaptada para guitarra y mi Madre escuchaba poca música pero le gustaba mucho Juan Gabriel.
Mi Primera Grabadora
Cerca de mis 9 años, por fin tuve una grabadora en mi cuarto. Era mi turno de empezar una colección. Al principio, me vi atrapado con los precios. Los discos en vinilo ni los consideraba, no tenía un tocadiscos. ¿Las versiones en cassette? ¡Carísimas! Mi presupuesto era muy limitado y lo único que podía pagar eran sencillos en cassette. Esta música la escogía entre las recomendaciones que me enteraba de la radio y el “feed” de la pandilla de mitras. En ese entonces no era rockero, escuchaba de todo un poco.
Mis primeros sencillos fueron “The Look” de Roxette y “The Final Countdown” de Europe. Corría el año 1989 y ya tenía un gusto muy particular por el soft dreamy rock, síntoma de los finales de los 80s. Influenciado por soundtracks de películas como Karate Kid (Glory of Love de Peter Cetera) o Never Ending Story de Limahl, ex vocalista de Kajagoogoo los creadores del éxito “Too Shy”.
En la radio ya sonaba Guns N’ Roses pero no era tan popular el hard rock. Lo mas pesado que sonaba en ese entonces era Def Leppard y Poison, que tenían una manera muy peculiar de mezclarse entre la música comercial del momento como New Kids on the Block, Vanilla Ice, Mc Hammer etc.
¿Y la música en español?
Los artistas que escuchaba en español no contaban con sencillos, pero los escuchaba cuando los sonaban en radio. Me gustaba Hombres G, Enanitos Verdes, Soda Stereo, Bon y los enemigos del Silencio, Caifanes, El Tri, Los Prisioneros, Alaska y Dinarama, Vini Vidi Vici y los locales Niña Violeta. Todos estos desgraciadamente no pude comprar sencillos en cassette que me hubiera encantado tener en mi colección.
El not so Hard Rock
Algunos de mis primeros sencillos del género Hard Rock fueron “Unskinny Bop” de Poison, “Heaven” de Warrant, “Without You” de Mötley Crüe y “Epic” de Faith No More. No fueron parte de una evolución cronológica simplemente era lo que estaba disponible en tiendas locales de Monterrey como “Saharis” o “Music & More”.
Atesoraba estos cassettes, intentaba replicar sus portadas en mis libretas de apuntes escolares mientras ignoraba a mis maestros. Los llevaba a las reuniones de amigos para intercambiar música y lentamente fueron despertando mi inclinación hacia gustos mas complejos como el metal, el brit pop y lo alternativo.
Gustos Culposos
Contaba también con mi colección de sencillos culposos para un rockero, tenía cassettes de Bell Biv Devoe con “Poison”, “Mentirosa” de Mellow Man Ace, “Wild Thing” de Toné Loc y “She Drives me Crazy” de Fine Young Cannibals entre otros. Alternaba esta colección culposa con cassettes grabados de la radio con sencillos de Bon Jovi, 2 Live Crew y hasta Divinyls, pero el más culposo de esta etapa probablemente fue “Ice Ice Baby” de Vanilla Ice el cual sabía la letra por completo.
Hasta la vista Baby, blame it on the rain
El final de los 80s y el principio de los 90s, me llevó a dejar de escuchar el radio y poco o poco empecé a encontrar gustos por música que no estaba disponible en los anaqueles de mis tiendas de discos locales. En esta etapa descubrí a Metallica, Mötley Crüe, L.A. Guns, Iron Maiden y bandas más pesadas. En el sexto año de mi primaria mi lapicera ya contaba con el logo de Metallica, ya había conseguido un disco de Sepultura y mis sueños ya incluían tener el cabello largo y tocar la guitarra.
En esta etapa empecé a comprar sencillos en los viajes que hacía con mi familia a Estados Unidos. Había mas variedad, conseguí el sencillo de “You Could Be Mine” de Guns N’ Roses, “Uncle Tom’s Cabin” de Warrant y hasta un cassette para mi hermano, “Pornography” de The Cure, una rareza para esos tiempos.
Tres días fué la mañana
En el verano de 1992, tuve la oportunidad de pasar un verano con uno de mis mejores amigos de esta etapa de mi vida. Viajé junto con su familia a Oklahoma USA, hogar de sus abuelos.
Su familia son devotos cristianos, así que no había mucha actividad musical en el trayecto. Cuando por fin llegamos a Ada Oklahoma, salimos a visitar los alrededores y en la primer tarde conocí a un amigo de mi amigo llamado Josh. Le fascinaba tocar el bajo, usaba el cabello largo y fumaba en cadena… Uno tras otro.
En la primera vuelta que dimos en uno de los carros de su pandilla, sonaba el álbum “Facelift” de Alice in Chains. Me quedé pasmado, no podía ubicar que género de música era. No era Metal, tampoco Rock… Mantuve silencio todo el camino poniendo mucha atención. Al llegar a casa de Josh, el se se puso a sacar la línea de bajo de “Three Days”… Es un gran tema del disco “Ritual de lo Habitual” de Janes Addiction. Yo solo conocía “Been Caught Stealing”, poco sabía de cómo me iba a volar la cabeza ese disco completo. También escuché por primera vez canciones de “Nervermind” de Nirvana, otras mas del “Blood Sugar Sex Magic” de Red Hot Chili Peppers y mientras su mamá nos cocinaba unas quesadillas, en MTV salió “So What'cha Want” de los Bestie Boys. Fue abrumante… Y para cerrar con broche de oro esa tarde me tocó el estreno de “Symphony of Destruction” de Megadeth.
Aún recuerdo la cantidad de información que trataba de procesar mi pobre cerebro adolescente. No tenía acceso a medios especializados de música, no había internet y toda esta música me había impactado como si me hubieran dejado caer un cubeta de agua con hielos sobre la cabeza.
Fue en este momento que dejé de comprar sencillos en cassette… Entraba a una nueva etapa de mi vida, álbumes de música alternativa en CD. El primero que tuve fue “Badmotorfinger” de Soundgarden. Podría haber comprado el black álbum de Metallica, o Use Your Illusion de Guns, pero ya me perfilaba para hacerme el raro y escuchar música difícil de conseguir. Un vicio que hasta la fecha practico.